En los últimos años se ha detectado un importante incremento en el número de personas que sufren litiasis (piedras en el riñón), debido fundamentalmente a los malos hábitos alimenticios y a la vida sedentaria, informó hoy la Asociación Española de Urología.
Según sus datos, cerca del 5% de la población española padece litiasis, un porcentaje alto si se tiene en cuenta que es una enfermedad persistente que en muchos casos llega incluso a cronificarse. «Hace más de 30 años las intervenciones de litiasis ocupaban el 35% de la actividad quirúrgica del urólogo, aunque la llegada de la litotricia por ondas de choque transformó de forma radical el tratamiento, evitando cerca del 85% de todas las operaciones que se hacían antes con cirugía», afirma Francisco Javier Ruiz Marcellán, del Servicio de Urología del Instituto Dexeus de Barcelona.
Los cálculos más frecuentes son las piedras de oxalato cálcico, que representan el 70% de todos los casos de litiasis. En niños y jóvenes lo más habitual son las piedras de riñón de origen infeccioso o metabólico, que responden a un defecto en el aparato urinario o a alguna alteración metabólica.
Dieta y líquidos
Entre los factores de riesgo, la dieta y el consumo de líquidos influyen directamente en la formación de piedras. Así, las personas que consumen poca cantidad de líquidos presentan mayor riesgo de desarrollar cálculos.
Respecto a la dieta, la ingesta de alimentos con alto contenido proteico de origen animal, las dietas ricas en sal y la ingesta de azúcares refinados favorecen la formación de piedras. Asimismo, se ha comprobado que las personas que llevan una vida sedentaria, trabajando en oficinas o lugares sometidos a temperaturas elevadas, presentan también un mayor riesgo de padecer este problema.
En cuanto a los síntomas, el signo de aviso de esta enfermedad es el dolor que se produce como consecuencia de la presión que ejerce el cálculo al pasar por la vía urinaria. En estas condiciones, la piedra dificulta la salida de la orina y provoca un dolor, generalmente de gran intensidad, que se conoce con el nombre de cólico renal o nefrítico.