Cuidados de enfermería en pacientes portadores de sonda vesical

por | 11 Dic 2019

Buenos días. Me presento para los que no me conozcáis. Mi nombre es María y soy enfermera. En primer lugar, pedir disculpas porque este post debería haber visto la luz hace algunas semanas, pero las obligaciones familiares, junto con el trabajo y mil obligaciones que nos cogemos sin querer, lo ha retrasado más de la cuenta.
Antes de meterme en materia, quería dar las gracias a Jose por haber confiado en mí para escribir este post. Pienso que actualmente las enfermeras no somos especialistas en casi ninguna materia, ya que debemos estar en constante aprendizaje para tener nuestros conocimientos al día.

Una parte fundamental del trabajo de las enfermeras es saber realizar una serie de técnicas que van en favor del cuidado de nuestros pacientes. Hay técnicas en las que hay que tener un especial cuidado y sensibilidad por la parte a tratar, y, entre ellas está por supuesto, el sondaje vesical y todos sus cuidados.
Sin más dilación, entro en materia.

Indice

 

¿Qué es una sonda vesical?

Una sonda vesical es un tubo de diferentes consistencias (blanda, semirígida y rígida, dependiendo del material), que se introduce a través de la uretra hasta la vejiga para evacuar la orina cuando el individuo es incapaz de vaciarla por sus propios medios.
La cateterización vesical puede ser temporal, suprapúbica, y permanente.

 

Indicaciones del sondaje vesical

La cateterización uretral puede ser diagnóstica o terapéutica.
Existen varias indicaciones para realizar sondaje vesical a un paciente:
● Evacuación de la orina en caso de retención urinaria.
● Recoger muestra de orina estéril.
● Determinar la orina residual después de una micción espontánea.
● Permitir la cicatrización de las vías urinarias tras una cirugía y prevenir la tensión sobre la herida pélvica.
● Realizar irrigaciones vesicales en caso de hematuria.
● Control estricto de la diuresis.
● Previa a determinadas intervenciones quirúrgicas.
● La incontinencia urinaria NO es indicación de sondaje. Sólo se aplicará en casos puntuales, como puede ser favorecer la curación de escaras en pacientes incontinentes.

Contraindicaciones del sondaje vesical

● Infección en el sistema urinario.
● En prostatitis, orquitis, epididimitis o uretritis agudas.
● En uretras infranqueables por estenosis, tumores o cuerpos extraños.

 

Complicaciones del sondaje vesical

● Producción de una falsa vía uretral.
● Infección urinaria.
● Obstrucción de la sonda.
● Hematuria a consecuencia de traumatismos, por mala manipulación de la sonda.
● Hemorragia ex vacuo: hematuria provocada por el vaciamiento del globo vesical demasiado rápido. Para evitar esta complicación se recomienda que en caso de retención urinaria no se deje salir más de 300cc. de orina.

 

Técnica del sondaje urinario

Ésta es una de las técnicas más realizadas por el personal de enfermería y hay que decir, que los cuidados de las enfermeras empiezan incluso antes la inserción propiamente dicha del catéter.
Hay que tener en cuenta que vamos a tratar una zona muy delicada del paciente, ya sea hombre o mujer, por lo que la explicación minuciosa y en terminología que el paciente entienda, es fundamental.
Habrá que explicarle paso a paso la técnica y, obtener su consentimiento para la realización de esta.
Una vez que el paciente ha entendido el procedimiento a seguir, la enfermera se preparará para la realización del sondaje vesical.
● Es una técnica estéril, con lo que es necesario el lavado de manos estéril y colocación de gorro, mascarilla, así como bata y guantes estériles.
● Colocar al paciente en decúbito supino, si es hombre y en posición ginecológica si es mujer.
● Hay que lavar los genitales externos del paciente de manera adecuada según si se trata de hombre o mujer. Estudios recientes aseguran que el uso de antisépticos para el lavado es de eficacia dudosa.
● Hay que lubricar el extremo de la sonda y comprobar la integridad del globo antes de introducirla.
● Al llegar a la vejiga, se puede visualizar la salida de orina.
● Inflar el balón con 10-15ml. de agua destilada.

 

Cuidados de enfermería del paciente con sonda vesical

El plan de cuidados siempre ha de ser personalizado a cada paciente, ya que cada uno tendrá unas necesidades específicas en función de factores como edad, sexo, patologías, autonomía, etc.
Hay que tener en cuenta a la hora de realizar los cuidados, si se trata de sonda vesical temporal o permanente.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA CON SONDAJE TEMPORAL

● Valorar la permeabilidad de la sonda. Las últimas guías ya indican que NO hay que realizar lavados vesicales por turno de trabajo.
● Evitar desconexiones innecesarias.
● Mantener la bolsa colectora por debajo del nivel de la vejiga.
● Fijar la sonda en la cara interna del muslo.
● Aporte de líquidos entre 2-3 litros al día.
● Vigilar cualquier signo o síntoma de infección, como las características de la orina presencia de fiebre o malestar del paciente.
● El cambio de sonda se realizará sólo cuando no sea permeable y no se pueda resolver la obstrucción, cuando esté rota o cuando lo aconseje la duración máxima de la sonda.
● NO se debe introducir y sacar la sonda del meato urinario mientras se realiza la higiene.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA CON SONDAJE PERMANENTE

● Detección de signos y síntomas de cistitis, pielonefritis y uretritis.
● Detección de signos y síntomas de obstrucción de la sonda.
● Balance hídrico adecuado. Signos y síntomas de deshidratación.
● Lesiones en el aparato urinario secundario al sondaje vesical.
● Hematuria. Lavado de sonda.
● Vejiga inestable. Tenesmo vesical.
● Repercusión psico-social. Es fundamental hacer una correcta educación sanitaria y para la salud a los pacientes portadores de sondaje permanente y atender especialmente al aspecto social de la persona.

Espero que esta entrada os haya servido para entender que el paciente portador de sondaje vesical es un paciente que requiere cuidados especiales por la zona a tratar y que los cuidados enfermeros van encaminados a la pronta recuperación y total independencia bio-psico-social del individuo

Colaboradora
  • Enfermera desde 2002 por la Universitat de València.
  • Máster en Enfermería Escolar Instructora de SBV por la AHA.
  • Curso de Salud Pública y Epidemiología por la Universidad Miguel Hernández.
  • Curso de Enfermedades infecciosas por el EVES.
  • Profesora de preparación a oposiciones en Ceisal.
  • Apasionada de las vacunas y trabajando cada día para visibilizar su importancia.

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