Os posteo la historia de Cristina, una buena amiga del blog que por desgracia ha sufrido unos problemillas de salud que parece (ojalá) en breve estarán olvidados. Es un ejemplo, porque aunque no tiene solucionados sus problemas de salud aún, agradece el trato profesional y personal recibido por el personal sanitario.
Volvemos al tema de que el cariño y la buena atención también «curan»…
 
 
«Hola a todos, me llamo Cristina Cerracin,tengo 34 años, soy de Madrid y Jose
Vicente me ha invitado a que comparta mi historia en su blog para asi ayudar a
otras personas que puedan pasar por lo mismo que yo.

Mis sintomas empezaron hace cuatro años, en agosto del 2009 y no me olvido
de la fecha porque estaba en Gandia de vacaciones, y una noche tomando algo por
ahí me empezó un dolor en el lado derecho como nunca habia sentido, y que no se
me quitaba en ninguna postura.Viendo que no se me pasaba me fui al hotel y lo
achaqué a que habia estado todo el dia por ahi comiendo y bebiendo y como al dia
siguiente ya no me dolia, no le di importancia. Pero los dolores fueron volviendo
en repetidas ocasiones y fui al ambulatorio al volver a Madrid. Alli me hicieron
la prueba del cartoncito en la orina y como no habia sangre me dijeron que seria
lumbago, y al ser mi trabajo bastante duro y de levantar peso, me lo crei. Así
segui mas años y cada vez era peor, me tomaba un relajante muscular y a
dormir. Pero en diciembre de 2012, por un problema personal acudi al ambulatorio
por otros motivos con ansiedad y mi doctora (habia cambiado de medico de cabecera
hacia poco tiempo) se dio cuenta y al tomarme la tension, que estaba por las
nubes, se preocupó,y empezo a hacerme un seguimiento de la tension arterial que
estaba siempre alta, y aparte me mando unas pruebas, entre ellas una
ecografia.Todas salieron bien,pero mientras me estaban haciendo la ecografia, al
apretarme en el costado derecho sentí un dolor intenso (el de siempre), y el que
me estaba haciendo la ecografia me preguntó que si no me dolía. Yo le dije que
sí, que siempre me dolía pero que era lumbago, y el me dijo que ue nada, que
tenia una malformacion bastante fea en el riñon derecho y que me mandaba al
urólogo. Esto fue un jueves por la tarde, pues al lunes siguiente me estaban
haciendo una urografia intravenosa. Allí salió todo y la urologa me dijo que
tenía una estenosis ureteral en el lado derecho.Vamos,que tenia un
estrechamiento en el ureter derecho que no dejaba pasar la orina, que seguramente
seria congénito y habia decidido manifestarse ahora.Yo le conté lo de mi
«lumbago» y alucinó. Despues de un renograma diuretico se confirmó, además de la
hidronefrosis grado IV-V que tenía. Me operaron para corregirlo el 7 de junio de
este año, después de algunas crisis bastante dolorosas, me hicieron una
pieloplastia laparoscopica y me pusieron mi primer cateter doble J. En el
hospital estuve una semana,y al salir,una vez retirada la sonda, pude sentir los
efectos del doble J. Mear cada diez minutos, no poder ir ni a la
esquina, latigazos,etc. A las semanas, estos sintomas empezaron a remitir, y la
verdad es que me encontraba bien, pero llegó el 15 de julio, día de la retirada
del doble J. Me lo quitaron por citoscopia, y perfecto, no me dolió nada, me fuí a
mi casa y todo perfecto hasta unas dos horas despues. Volvió el dolor peor
incluso que antes de operarme.Yo pensaba que sería normal por la retirada del
cateter y estuve así una semana, ya no pude más y mi doctora me mando a urgencias
donde me pincharon un nolotil y poco más. A la semana siguiente peor, y con la
tension descontrolada por completo. Mi bendita doctora me mandó al Hospital de la
Princesa y allí el urologo de guardia, después de unas pruebas me confirmó que el
ureter se habia vuelto a cerrar, y me mandó a mi hospital (el del Henares) a que me
viera mi urologa. Después de otra ecografia y otra urografia se confirmó: No solo
tenia otra vez la estenosis, sino que habia empeorado la hidronefrosis y tenia el
riñon derecho dañado. Increible pero cierto. Así que la doctora decide colocarme
otro doble J hasta que decidan que hacer conmigo en unos tres dias. A estas
alturas ya me estaban haciendo un seguimiento en nefrologia también…

A los tres dias mi doctora me comunica que han decidido hacerme una
endopielotomia, a ver si funciona, y si no, pues que tendrian que pensar en una
pieloplastia abierta o una nefrectomia, o sea, quitarme el riñon. Mientras tanto me
colocan mi segundo doble J en el quirofano por sedación.Vuelven otra vez las
mismas molestias que todos sabemos, y al mes me llamaron para la
endopielotomia, el 14 de octubre y me colocan mi tercer doble J. Permanezco un dia
y medio en el hospital, y todo bien. Esa semana la paso tranquila en
casa, recuperándome sin esperar la que se me venía encima. Ese domingo por la
noche, seis días después de la operacion,sentada en mi sofa, me empiezan a
dar unos retortijones. Lógicamente voy al baño, y nada. Los dolores empiezan a
aumentar en intensidad, en alarmante intensidad, y me da una bajada de tension que
si no es por mi novio me voy al suelo. Escalofrios, sudores, dolores y no voy al
baño. Me tumbo en la cama y a vomitar. He tenido gastroenteritis en muchas
ocasiones y pensaba que esta era una más, pero la noche iba pasando y seguía
igual, no vomitaba pero los dolores estaban ahí. Dolores como jamás he tenido en
mi vida, lo juro, supongo que así será si te apuñalan o algo. Al día siguiente bajé
al ambulatorio y me mandaron a urgencias y en el Hospital de Henares después de
unos análisis me dicen que tengo un poco de infección en sangre, y me dejan
ingresada. Estuve en la sala de agudos dos noches y al tercer día me dice la
doctora que como tengo menos infección y no tengo fiebre que me da el alta.Yo
tan contenta porque me encontraba mejor, pero ya esa noche en mi casa noto que
algo no marcha bien y al levantarme por la mañana peor. Los dolores han vuelto, la
cabeza me estalla, y tengo fiebre, que es lo que me asusta porque desde niña no
había tenido. Vuelvo a urgencias y me vuelven a ingresar, me mandan a la sala de
agudos otra vez, y al día siguiente viene a verme mi urologa y me dice que no me
puedo ir a casa.Y mejor, porque como estaba…pielonefritis. Dios mio, juro que no
he estado tan mal en mi vida, ni tan enferma. Después de estar tres días más a
base de antibioticos, por fin la infección remitió y los dolores por fin se
fueron, y me dieron el alta ayer. De momento estoy bien, no he tenido fiebre, y sólo
me ha quedado un dolorcillo, molestia más bien en el riñón derecho. Aunque ahora
me encuentro bien, aunque floja, tengo mucho miedo de que vuelva otra vez lo
mismo. El 29 de noviembre me quitan el doble J, y el 18 de diciembre tengo
consulta de urología a ver como voy. Me han dicho que si en el momento de quitar
el doble J me duele casi al momento, como la otra vez, mal asunto, he quedado mal.Y
si no me duele nada de nada, estaré curada. Así que solo me queda esperar. Llevo
casi cinco meses de baja y estoy un poco depre, con mucho miedo al dolor, pero
bueno, hay que distraerse un poco y poner a mal tiempo buena cara. Lo bueno que me
llevo de esta experiencia es ver quien está a tu lado en todo momento, aunque
cargar con una enferma es un rollo, jaja, y lo bien que me han tratado en el
Hospital del Henares de Coslada todas las veces que he estado ingresada, sobre
todo esta última vez. El personal de enfermería de allí es extraordinario. No
sabéis la falta que hace cuando estás en un hospital, y más cuando estas
ingresado en urgencias que no puedes recibir visitas, que te traten con el cariño
que te tratan allí, a parte de la profesionalidad, claro. Que te intenten sacar una
sonrisa cuando te encuentres tan mal,q ue se sienten en la cama a hablar
contigo, que te llamen por tu nombre todos los que allí trabajan… Pueden parecer
cosas simples pero se valora mucho cuando estas allí, y a mi nada de eso me ha
faltado las veces que he estado ingresada, por eso si alguien de allí lo lee
quiero darles las gracias y que lo transmita a sus compañeros, porque todos ellos
valen mucho. Al igual que los doctores que llevan desde julio rompiendose la
cabeza con mi caso.

A ver si el desnlace de esta historia es feliz,y no con un riñon
menos. Muchas gracias Jose por dejarme contar mi historia, nos ayudas mucho con tu
blog»

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