El martes 10 por la noche después de salir de la consulta en Mordor del Dr. Sauron sigo desepesperado pese al Adolonta y todo el resto de pastillitas…, con lo que me decido a llamar a mi querida prima Maite (que para mi es más que eso) para decirle que no puedo más. Ella es médico, y muy buena (no es pasión) en el Hospital San Francesc de Borja de Gandía y me dice que vaya al día siguiente para hacerme alguna prueba a ver si hay algo raro.
Dicho y hecho, el miércoles 18 a primera hora allí estoy y después de unos análisis y de una ecografía me dicen que tengo muy dilatado el riñón izquierdo ya que este no evacúa la orina por algún tipo de obstrucción, cosa que se confirma después con un TAC y una urografía intravenosa.
Todo esto es señal de que mis dolores y mi fiebre (perdón, no era fiebre porque no son 40ºC) no eran nada, simplemente que un poco más y pierdo mi riñón izquierdo (que estaba sanísimo desde siempre)
Rápidamente me ingresan para poner solución al grave problema que tengo (quizas no era tan grave y debía esperar al 30 de marzo para hacerme la urografía, así igual podría trabajar para unas bodegas de Pedro Ximenez, ya que en lugar de riñon tendría una uva pasa).