Este es uno de los problemas más graves que pueden aparecer al colocar un catéter doble J.

La aparición de los catéteres doble J en urología supuso un avance importante en el manejo de la uropatía obstructiva y cirugías realizadas sobre la vía urinaria. El diseño del catéter ureteral doble J actual fue llevado a cabo por Finney en 1978, habiendo experimentado múltiples modificaciones tanto en el material que los integra, como en la disposición y número de orificios laterales, en la conformación de los segmentos proximal y distal, o en las características mecánicas, hidrodinámicas y condicionantes de la biocompatibilidad del mismo.
Aunque la colocación endoscópica de dichos catéteres es bastante segura en la mayoría de los casos, se pueden producir diversos efectos adversos: irritación vesical, hematuria, obstrucción de la vía urinaria, y más raramente migración del catéter, rotura e incrustación del mismo. Estas complicaciones derivan básicamente de tres características del catéter endourológico: 1. Físicas y mecánicas. 2. Hidrodinámicas. 3. Biocompatiblidad y biodurabilidad.

La incidencia de migración oscila entre el 3 y el 10%, alcanzando el 25% para algunos autores. La migración distal es tres veces más frecuente que la proximal, cuya frecuencia oscila entre el 0.6 y el 3.5%. Para Slaton y Kropp (1996), existen tres factores a tener en cuenta para prevenir la migración proximal del catéter: a) calcular la longitud ideal en cada paciente, b) que el extremo proximal adopte su forma completa (>180º), y c) que el extremo proximal se localice en la pelvis renal. El cálculo de la longitud ideal del catéter para cada paciente parece ser crítico en la prevención de la migración proximal. Slaton y Kropp (1996) han citado métodos para estimar la longitud del catéter, basándose en la distancia radiológica entre la unión pieloureteral y unión ureterovesical y la altura del paciente.

Los motivos por los que se puede producir esta migración son diversos. Los catéteres con J proximal en arco, con fuerzas de retención bajas (silicona, titanio) y de sección circular son más proclives a la migración que los de configuración multiespiral, fuerzas de retención altas (poliuretano) o de sección triangular. Un catéter de longitud corta o la introducción de la J proximal en un cáliz antes de retirada de la guía puede condicionar la tracción del catéter hacia arriba condicionando la migración proximal. Aunque por lo general cuando un catéter migra en sentido proximal se debe a defectos técnicos en su colocación o a su colocación ciega en el curso de la cirugía abierta sin control radiológico .
En ocasiones en las que se ha producido una litotricia, pueden quedar litiasis residuales en la vía urinaria y éstas pueden producir la migración proximal del catéter mediante el fenómeno “jack stone”, en esta situación la litiasis residual funciona como los gatos que se emplean para elevar coches, permitiendo la migración proximal e impidiendo las variaciones distales durante la respiración.

Una vez que surge la complicación la manera inmediata de intentar resolverla es mediante ureterorrenoscopia, aunque, no siempre es posible, por lo que la realización de una nefrostomía se hace necesaria. Se han descrito también otras soluciones para recolocar el catéter tales como utilización de stents con hilo de tracción en el extremo distal o descenso mediante catéter-balón ureteral.
Espero que no os pase a nadie
===========================================================
Bibliografía y lecturas recomendadas (*lectura de interés y ** lectura fundamental)
1. SLATON, J.W.; KROPP, K.A.: “Proximal ureteral stent migration: An avoidable complication?”. J. Urol., 155: 58, 1996.
2. KO, W.; LEE, W.; JUNG, J. y cols.: “Spontaneous proximal double pigtail ureteral stent migration after shock wave lithotripsy: “Jack” Phenomenon”. J. Urol., 166: 1387, 2001.
3. COLLINER, M.D.; JERKINS, G.R.; NOE, H.N. y cols.: “Proximal stent displacement as complication of pigtail ureteral stent”. Urology, 4: 372, 1979.
4. BREAU, R.H.; NORMAN, R.W.: “Optimal prevention and management of proximal ureteral stent migration and remigration”. J. Urol., 166: 890, 2001.
**5. CHIN, J.L.; DENSTEDT, J.D.: “Retrival of proximally migrated ureteral stents”. J. Urol., 148: 1205, 1992.
6. BAGLEY, D.H.; HUFFMAN, J.L.: “Ureteroscopic retrival of proximally located ureteral stents”. Urology, 5: 446, 1991.
7. FINNEY, R.: “Experience with a new double J ureteral catéter stent”. J. Urol., 120: 678, 1978.
**8. VALLEJO, J.; BURGOS, F.J.; ALBA, A. y cols.: “El catéter ureteral doble J. Complicaciones clínicas”. Arch. Esp. Urol., 51: 361, 1998.
9. VALLEJO, J.: “Estudio de las propiedades físicas, hidrodinámicas y sobre biocompatibilidad de los catéteres endourológicos doble J. Tesis Doctoral”. Universidad de Alcalá. 1996.
10. YAP, R.; BATLER, R.A.; KUBE, D. y cols.: “Retrieval of migrated ureteral stent by intussusception of ureteral balloon dilator tip”. Urology, 63: 571, 2004.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. También cumplimos con la nueva ley de Protección de Datos y la RGPD

ACEPTAR
Aviso de cookies